Would you know how to act if war breaks out in your country? Residents of Sweden and Finland, yes. Or at least they have the instructions for it. Over the decades, countries nordic have looked with distrust to its belligerent neighbor to the east; first an empire greedy for territory, then a Soviet Union eager to expand and, in recent times, a Russia capable of violate sovereignty and territorial integrity of any State that it considers its own… even if it is not. Therefore, after the Second World War, these territories continued preparing to protect and defend themselves. in the face of aggressiondespite adopting a stance of neutrality.
Finland, for example, which shares a 1,349 kilometer border with Russia, it never withdrew compulsory military service and has built a very extensive network of nuclear shelters that are proof of anything. For its part, Sweden, which has the island of Gotland in the Baltic Sea, just over 300 kilometers from the Russian enclave of Kaliningrad, has been increasing progressively its defense spending and its military capabilities. However, the beginning of the Russian invasion of Ukraine almost three years ago marked a before and after in the perception of security in both countries, which in a strategic shift decided join NATO.
Now, the return of Donald Trump to the White House and the current situation on the front—with Russian troops increasing their attacks with North Korean help, Ukrainian troops willing to use their permission to attack enemy soil with Western weapons, and Putin escalating his nuclear rhetoric—have once again changed the security environment. And faced with an uncertain future, the countries of northern Europe have preferred to go ahead again and update their recommendations on security and civil defense with the objective to prepare (even more) the population for the worst case scenario.
Esta semana, el Gobierno sueco ha enviado a casa de los ciudadanos un manual en el que se les explica cómo deben reaccionar en caso de emergencia, ya sea ante un ataque militar, una crisis energética o una catástrofe nuclear. El folleto, repartido gratuitamente en varios idiomas, se titula Si llega una crisis o una guerra y ha sido elaborado por la Agencia Sueca de Contingencias Civiles (MSB), un organismo dependiente del Ministerio de Defensa. Es, en realidad, una actualización de la versión repartida a la población en 2018, que a su vez era una reedición de las pautas que dieron por primera vez en 1943.
“No es ningún secreto que la situación de seguridad se ha deteriorado desde que se publicó el folleto anterior en 2018”, dijo hace ya unos meses el ministro de Defensa Civil sueco, Carl-Oskar Bohlin. “No podemos descartar un escenario de guerra“, llegó a decir en una rueda de prensa recogida por varias agencias de noticias locales.
“No nos rendiremos nunca”
El nuevo librito sueco no menciona directamente a Rusia como amenaza, pero a diferencia del anterior, éste se centra sobre todo en preparar a las personas para un conflicto bélico. “Vivimos tiempos inciertos. En nuestro rincón del mundo se libran actualmente conflictos armados. Se utiliza el terrorismo, los ciberataques y las campañas de desinformación para socavarnos e influirnos. Para resistir a estas amenazas, debemos permanecer unidos”, reza el inicio del documento. Y destaca en un recuadro en amarillo: “Si Suecia es atacada, no nos rendiremos nunca. Cualquier sugerencia de lo contrario, es falsa”.
Luego, a lo largo de 32 páginas, se detalla con esquemas e ilustraciones cómo hay que reaccionar ante los diferentes tipos de alarmas antiaéreas, dónde buscar refugio en caso de ataque nuclear, cómo mantener la calma, qué tipo de víveres almacenar en casa para un periodo largo de tiempo o qué pasos seguir para detener una hemorragia. Todo, información práctica para que la emergencia no pille a nadie desprevenido.
“La situación de política de seguridad es seria y todos necesitamos reforzar nuestra capacidad de resistencia para afrontar diferentes crisis y, en último término, la guerra”, ha explicado el director general de la MSB, Mikael Frisell. Y es que el panfleto también da consejos en caso de que fallen los sistemas de comunicación o haya una pandemia. Es bastante similar al de Dinamarca y Noruega, que hace unos meses se ampliaron para aconsejar a los ciudadanos prepararse para subsistir refugiados una semana en vez de tres días.
En la misma línea, hace unos días, Finlandia actualizó su guía online Suomi.fi para sobrevivir a distintas situaciones de crisis. En la página web, no sólo se ofrecen instrucciones ante una agresión militar directa, sino también preparación por si hay cortes prolongados de electricidad y agua, o interrupciones prolongadas en servicios bancarios o de Internet. Cabe recordar que, en los últimos dos años y medio, Rusia ha bombardeado las infraestructuras energéticas ucranianas en varias ocasiones, dejando al país sin luz, electricidad, calefacción o agua.
No obstante, no se trata sólo de la guerra en Ucrania. El sabotaje esta misma semana a un importante cable de fibra óptica que conecta Finlandia con Alemania a través del Báltico (red que discurre casi por la misma ruta que el gasoducto Nord Stream, saboteado hace dos años) hace temer las consecuencias de una guerra híbrida. Eso, sin olvidar que, con una amplia experiencia en lanzar campañas de desinformación, en 2007 el Kremlin llegó a dejar a los ciudadanos de Estonia sin poder retirar dinero de los cajeros, pedir cita médica de forma online o pagar sus impuestos por internet durante días tras lanzar un ciberataque masivo contra las infraestructuras críticas del país.
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