The Japanese antinuclear organization Nihon Hidankyo alerted this Tuesday upon receiving the Nobel Peace Prize in Oslo increasing threat to end the “nuclear taboo” and urged to work for the elimination of atomic weapons in the world.
“I am infinitely saddened and furious that there is a threat to break the nuclear taboo,” said Nihon Hidankyo co-president and general secretary Terumi Tanaka, who pointed out Russia for hinting at its possible use in Ukraine and Israel, in Gaza.
Tanaka remembered that there are 4,000 operational nuclear warheads deployed in the world and Its potential damage would be “thousands of times” greater than that of Hiroshima and Nagasaki.
Hence, he “demanded” action from all governments and attacked the idea of nuclear deterrence, in addition to urging more countries to join the 2017 Treaty on the Prohibition of Nuclear Weapons.
Tanaka, 92, was 13 when the United States dropped two atomic bombs on Hiroshima and Nagasaki (your city), which They killed about 210,000 peoplewhile another 400,000 suffered damage due to radioactivity, as recalled in the ceremony at Oslo City Hall, presided over by Kings Harald and Sonja of Norway.
“Silenciados” y “abandonados” durante años
Sin apenas memoria de la deflagración, no fue hasta tres días después, cuando se dirigió con su madre a averiguar el destino de sus parientes en el centro de Nagasaki que vio la “devastación total”, que provocó la muerte de cinco parientes suyos.
“Todas las casas a lo largo del camino, hasta la base de la montaña, fueron quemadas por completo y los cuerpos yacían desperdigados a su alrededor. Mucha gente muy mal herida o quemada, pero aún viva, fue dejada sin atención, sin ayuda. Casi me quedé sin emoción, bloqueando mi sentido de la humanidad“, dijo Tanaka.
Los “hibakusha” (supervivientes) fueron “forzados al silencio por las fuerzas ocupantes durante siete años” y “abandonados” por el Gobierno japonés, “aislados”, padeciendo enfermedad, “sufrimiento”, “prejuicios” y “discriminación”, señaló.
Tanaka recordó que fueron las pruebas atómicas hechas por EE.UU. en el atolón de Bikini en 1954 las que dieron inicio a un movimiento antinuclear e impulsaron el nacimiento en 1956 de Nihon Hidankyo, que desde entonces se ha dedicado a difundir los testimonios de las víctimas, reclamar compensaciones y luchar contra las armas nucleares.
La presión de Nihon Hidankyo forzó a las autoridades japonesas a adoptar leyes para indemnizar a los supervivientes, incluidos los “hibakusha” coreanos o los que emigraron a otros países como Estados Unidos, Brasil, México o Canadá.
“Pero no se dio ninguna compensación por los cientos de miles de muertos y, hasta este día, el Gobierno japonés ha rechazado de forma consistente proporcionar una compensación estatal, limitando únicamente las medidas a daños por radiación”, lamentó Tanaka ante una audiencia en la que se encontraban unos 30 “hibakusha”, dos de ellos con él (los otros copresidentes de la organización) en el estrado.
“La media de edad de los sobrevivientes de la bomba atómica es de 85 años. En diez años solo unos pocos podrán dar testimonio como testigos directos. Espero que las nuevas generaciones encuentren formas de continuar con nuestros esfuerzos y desarrollar el movimiento”, afirmó Tanaka.
Alerta nuclear “urgente”
En su discurso previo, el presidente del Comité Nobel noruego, Jørgen Watne Frydnes, advirtió de que el mundo ha entrado en una era nuclear “más inestable” y que la alerta “es más urgente que nunca“, a la vez que lamentó que ninguna de las nueve potencias nucleares parezca estar “interesada” en el desarme nuclear y el control de armas.
“No os resignasteis al victimismo, os definisteis como sobrevivientes. Rechazasteis quedaros sentados en silencio mientras las potencias nos llevaron a largos períodos de armamento nuclear. Os mantuvisteis de pie y compartisteis vuestro testimonio personal único con el mundo. Una luz en la noche más oscura, un camino adelante, nos dais esperanza”, dijo a los “hibakusha”.
Frydnes instó también a las autoridades de Bielorrusia e Irán a liberar de forma “inmediata” a los encarcelados activistas Ales Bialiatski y Narges Mohammadi, premiados con el Nobel de la Paz en 2022 y 2023, respectivamente.
Nihon Hidankyo sucede precisamente a Mohammadi en el palmarés de este galardón dotado con once millones de coronas suecas (algo menos de un millón de dólares), al igual que los otros Nobel.
El de la Paz es el único de los seis galardones que se otorga y entrega fuera de Suecia, en Oslo, por deseo expreso de su creador, Alfred Nobel, ya que en su época Noruega era parte del reino sueco.
El resto de premios -Medicina, Física, Química, Literatura y Economía- se entregarán en otro acto, a partir de las 16.00 horas locales (15.00 GMT), en el Konserthus de Estocolmo.
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