The ruler Social Democratic Party (PSD) won the parliamentary elections this Sunday of Romania with 23.8% of the votes, while the pro-European forces together would add close to 57%, when 91% of the ballots have been counted.
The ultra-nationalist Alliance for the Union of Romanians (AUR) is in second place with 17.8% of the votes, in third place is the ruling National Liberal Party (PNL, center-right), with around 14.6%, and In fourth position is the central nationalist formation Union Save Romania (USR), with 11.2%.
The far-right groups SOS Romania also enter Parliament – after overcoming the 5% barrier – with 7.2%. and the Youth Party, with 5.8%. The formation of the Hungarian minority, Democratic Union of Hungarians of Romania (UDMR), achieves 6.9%.
The pro-European bloc -PSD, PNL, USR and UDMR- has around 57% with the current count, while the ultra-nationalist formations have less than 31%.
The analysts They anticipated an increase in support for ultra options in Romania -a member country of NATO and the European Union (EU)- after the unexpected victory of the pro-Russian Calin Georgescu in the first round of the presidential elections a week ago, when he obtained almost 23% of the votes.
The two formations that have dominated Romanian politics in recent decades and that have governed in a grand coalition since 2021, the PSD and the PNL, have suffered significant losses of support.
The PSD loses just under five percentage points compared to the 2020 legislative elections, while the PNL accumulates a drop of more than ten points.
Control of Parliament will be a key objective for pro-European forces as a counterweight to Georgescu if he becomes president.
“Romanians came out to vote and They showed how strong democracy is in Romania. The PSD is the main political force in Romania,” declared the Social Democratic Prime Minister, Marcel Ciolacu, who resigned a week ago as leader of the party for failing to reach the presidential second round when he started as a favorite.
El líder del PSD, cuyos votantes son sobre todo de zonas rurales, agregó: “Creo que todos debemos mirar cuidadosamente el resultado de hoy. Es una señal importante que los rumanos enviaron a la clase política. Sigamos desarrollando el país con dinero europeo, pero protejamos nuestra identidad, nuestros valores nacionales y nuestra fe”.
La formación que más ha crecido es AUR, que doblaría su porcentaje desde el 9% de 2020 hasta casi 18%. La participación, con el 52,5%, ha sido la más alta en unas legislativas desde 2004.
El líder de AUR, George Simion, había prometido que si llega al poder suspenderá la ayuda militar a Ucrania y, con una retórica similar a la del primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor Orbán, asegura que quiere la “paz” y una “tregua” en el conflicto desatado por la invasión rusa.
El político ultra se presenta como un defensor de los valores tradicionales y los “verdaderos rumanos”, con una retórica que mezcla aspectos nacionalistas, irredentistas, religiosos y populistas. Simion apoya a Georgescu en la segunda vuelta de las presidenciales.
Aumento del ultranacionalismo
El ascenso de las fuerzas ultranacionalistas refleja el descontento popular ante la corrupción, la pobreza y la gestión de los partidos dominantes, PSD y PNL.
En 2023, un tercio de los rumanos estaban en riesgo de pobreza, y el ingreso medio anual seguía siendo menos de un tercio (alrededor de 6.500 euros) del promedio de la UE, según Eurostat.
Además, la inflación, que el año pasado fue del 10% y este año se prevé de un 5%, es mucho mayor en alimentos básicos, que son un 50% más caros que antes de la pandemia, según datos oficiales.
Polémica en las presidenciales
Estas legislativas han quedado ensombrecidas por una semana de alto voltaje en la política rumana, primero por la sorpresiva victoria de Georgescu y después por el recuento de todos los votos de las presidenciales ordenado por el Tribunal Constitucional debido a las sospechas de fraude.
Este lunes el Tribunal Constitucional decide si valida o anula los resultados de la primera vuelta presidencial.
Apenas conocido, Georgescu, apoyado por una sofisticada estrategia en TikTok que alcanzó cientos de millones de visualizaciones, declaró no haber gastado fondos en su campaña, lo que levantó sospechas de financiación ilegal e interferencias extranjeras.
Rumanía, hasta ahora un bastión de estabilidad en la región del Mar Negro y un aliado clave de la OTAN en la ayuda occidental a Ucrania, se encuentra ahora sumida en una inédita situación de incertidumbre política.
El jefe del Estado es el responsable de designar a un primer ministro encargado de formar gobierno una vez que las dos cámaras se hayan constituido y elijan a sus presidentes.
Aunque el presidente tiene poderes limitados, cuenta con atribuciones en seguridad, política exterior -representa al país en el Consejo de la UE- y marca tiempos políticos.
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