In Ukraine they are already warning of how the “silent consent” of Europe and the US to Russia can turn against them

It is enough to look at the numbers to understand the importance that the Serhiy Prytula Charity Foundation. To date, it has raised 200 million dollars and sent around 30,000 drones – of all kinds – to the units fighting in the east, 400 combat vehicles and 150 boats for the aquatic operations carried out in the Dnieper delta. . And the icing on the cake: a satellite launched into orbit in 2022 to facilitate the work of the Ukrainian intelligence services.

In other words: the Serhiy Prytula Charity Foundation is very well connected.

“Ukrainians are not stupid,” says Prytula, visibly upset, during a talk with representatives of several European newspapers, including EL ESPAÑOL, in his office. A space located on the top floor of a central kyiv building covered in sandbags and through which volunteers do not stop moving, carrying boxes on which you can read the names of different areas of the front: Pokrovsk, Kupiansk, Lyman, Velyka Novosilka . “We look around us and see how quickly countries like Iran or North Korea, which honor their alliance with Russia, send weapons, while we have to wait a damn year to receive a handful of tanks and more than two to get a few F -16”.

“Citizens of the rest of Europe have to understand – he adds – that every hour of delay, every day of delay, every week of delay costs the lives of our parents, our siblings, our children,” he explains. A phrase that refers to a recent survey according to which 77% of Ukrainians have lost friends or acquaintances in the war, and 22% have lost an immediate family member.

After the vent, Prytula clarifies that Ukrainians are “very grateful” to the West for all the help received and, above all, happy to not be alone in their battle against Russia. But he warns that more and more people are wondering – seeing the eternal negotiation around arms shipments and the ups and downs of the community bloc in this regard – whether all these declarations of intentions related to joining NATO will not be promises empty of content. .

“Y creedme: si el descontento hacia Occidente sigue creciendo, Europa se enfrentará a un escenario muy complicado”, sentencia.

La última frase de Prytula, cuya charla con el grupo de periodistas europeos tiene lugar un día después de la retirada de las tropas ucranianas de Vuhledar, encuentra su eco en las impresiones recogidas por el corresponsal de la revista The Economist.

“Efectivamente, una Ucrania disfuncional podría convertirse en un vecino peligroso”, afirma el periodista anglosajón en un artículo publicado a principios de octubre. “Si los ucranianos se sienten traicionados, Vladímir Putin podría radicalizar a toda una serie de milicias experimentadas en el campo de batalla y lanzarlas contra Occidente y la OTAN”.

Todavía más contundente que Prytula se muestra el jefe de una unidad de drones llamado Yuriy Fedorenko. Al ser preguntado por el corresponsal de la revista británica, afirmó que “Occidente, y Estados Unidos en particular, tienen una responsabilidad inequívoca en la muerte de ucranianos”.

Su reflexión arroja sombras sobre los números ofrecidos recientemente por el general Volodímir Horbatiuk, quien ha declarado que actualmente mueren seis rusos por cada combatiente ucraniano. Una ecuación aliñada con las cifras transmitidas desde Washington, donde aseguran que la guerra se ha cobrado la vida de 100.000 rusos y ha dejado a otros 430.000 heridos.

Con todo, según las últimas estimaciones las tropas de Moscú superan en 90.000 hombres a las de Kiev –450.000 versus 540.000– y no son pocos los rusos que han acudido a luchar voluntariamente. “Nos matan abiertamente mientras Occidente da su consentimiento silencioso con una respuesta tan impotente como ineficaz”, sentencia Fedorenko.

Preguntado por el futuro de la guerra, Serhiy Prytula, que conoce personalmente a muchos de los comandantes que se encuentran dirigiendo operaciones en el este del país, dice que dependerá en buena medida de si Estados Unidos querrá seguir manteniendo su apoyo tras las elecciones del próximo mes de noviembre. “Si no lo hace, la situación se complicará mucho”. En cualquier caso, asegura, “seguiremos luchando”.